Pensar es algo humano. Rayarse también lo es. Y ambas cosas tienen algo en común, ambas pueden resultar tanto algo positivo como negativo. En mi caso no sé qué resulta ser. Tal vez sea un balance entre ambas cosas. No lo sé.
Puede ser el miedo de que una persona en tan poco tiempo haya conseguido ser demasiado importante para mí. Ha conseguido conquistarme (y eso aseguro que es bastante complejo conmigo), y ha aparecido justamente en el momento adecuado y perfecto... ♥
Puede ser que tenga miedo porque esté en una de las pocas épocas de mi vida en la que tengo las cosas claras, y en cualquier momento todo se podría derrumbar.
Puede que sea el miedo de que ahora mismo sea todo demasiado perfecto y que algún día deje de serlo, puede ser el miedo a la decepción... Pero exactamente aún lo sé. Y tampoco me apetece pararme a pensarlo, por eso tengo tantas posibilidades en qué podría ser exactamente. Solamente sé que... le quiero.
Y no voy a permitir que mi estúpida mente humana y sus estúpidos pensamientos humanos, que al fin y al cabo no tienen ni pies ni cabeza, influyan en que cualquier cosa pudiese salir mal, porque si pensase así, no habría nada bueno de lo que disfrutar.
Mis cambios de humor repentinos los ignoro. En mi casa soy una persona, y cuando cruzo la puerta soy una completamente diferente. Me dejo los problemas, las rayaduras y las gilipolleces entre mis cuatro paredes. Eso me recomendó hace tiempo un amigo, y así es como lo hago últimamente. Luego me preguntan el por qué no quiero estar en mi casa... y diré que ahora le temo a la llegada al invierno. Pero, ¿sabes qué? Existe demasiado poco tiempo como para pararse a pensar en las cosas.
Escuchando: ("Counting Crows - Colorblind" and "Angels & Airwaves - Breathe")
~ PD. El concierto de Castizos y The Zombie Kids anoche fué la leche. Y, el viernes me pasé todo el día y la noche en casa de Erik con Sebas, Juani y Jairo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario