Tú crees que quizás entre nosotros exista un abismo sideral. Aparta eso de tu mente y hazte verbo, porque entre tus dedos y mi piel hay un cosmos de gozo y placer que me vuelve frágil.
Anhela, toca, desea, vibra, goza, muerde, besa... mil emociones se me agolpan, y son tus manos las que recorren esa piel que es deseo y ganas. Y aparece una pasión aglomerada en cada esquina de mi anatomía, pidiendo a gritos estallar... y es entonces cuando ese calor recorre mi cuerpo obligandome a no poder resistirme a sus actos, a sus besos, a sus caricias, a él.
Y los ojos de ambos se encuentran en una mirada que pide más que eso, porque son sus manos las que me recorren, las que me inquietan. Y es su boca la que me provoca.
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