Éramos dos almas ardiendo bajo la luz de la luna, éramos el principal tema de conversación de las estrellas, eran las palabras, aquellas que sonaban a música.
El roce de nuestras pieles, los suspiros que subían aún más la temperatura bajo el paraíso simulado bajo de las sábanas.
Éramos tu y yo, éramos nosotros. La sensación de que me mirabas a través de la oscuridad, notaba tu mirada, notaba que me quemaba. Saber que no me podías ver pero yo estaba atenta a cada gesto tuyo, notar tu aliento, tus besos, tus caricias, en cada momento, siempre.
Que las horas fuesen eternas y los minutos consumidos en el tiempo. Calor y pasión en el ambiente, felicidad y pasión inyectadas en vena. Confesándome tu amor ya declarado, saber que somos únicos, yo tan para ti, tan nosotros. Convirtiéndonos en uno, entregándonos mutuamente, sentirnos, no tenerte en mente sino dándote vida a través de mis latidos. Besos que saben a primeros besos y actos que saben a experiencia.
Se trata de amor descontrolado, siete meses que han pasado volados. Te amo.
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