miércoles, 13 de junio de 2012

Etapas de la vida que caen como fichas de dominó.

Tienes 19 años, y la vida para ti no ha hecho más que comenzar. Las responsabilidades se abalanzan sobre ti sin control alguno, o eso crees, crees que no eres capaz de controlar ninguna de esas avalanchas de madurez que caen sobre ti sin que te des cuenta, pues sucede de un momento a otro, de repente están ahí, te pillan de imprevisto. O quizás ya sabías que tarde o temprano iban a llegar, pero querías atrasar el momento, pues claro, siempre quieres divertirte y pasarlo bien, no quieres pensar en lo malo, en las cosas que pueden llegar a pasar, no quieres tener la culpa de nada si algo sale mal, y claro que, mucho menos querrás solucionar algo cuando sale mal. Es mucho trabajo y podrías derrumbarte, tocar fondo, no saber como salir de ese agujero donde te ves atrapada.
Y luego piensas que ahora todo es tan difícil, que los tiempos han cambiado, que querrías volver a tener esos 15 años sin tener que preocuparte por nada. Solamente conocer gente, salir con tus amigos, hacer fotos, enamorarte, preocuparte porque estés en la misma clase que tus amigos...
Pero esos tiempos han cambiado, de un momento a otro, de repente te encuentras con 19 años a punto de ser tirada del nido. Tienes delante tuya una altura tremenda que separa el nido del suelo. Si no despliegas tus alas, en cualquier momento te estrellas con el suelo. Estás a punto de aprender a volar, de alcanzar el límite del cielo, desplegastes las alas y te olvidas de todo aquello que está debajo tuya, vivirás tu vida y empezarás de una vez por todas a ser libre, a no depender de nadie, a solucionar tú misma las cosas, a cuidarte, a vivir tu vida, como tu quieres vivirla.

Tengo miedo.

Luego miras a tu alrededor. Y te das cuenta que quizás tu entorno no esté preparado como tal vez tu lo estés de dar ese paso, de salir del cascarón, de saltar del nido, de volar. Pues quienes de niños querían ser adultos, ahora cuando lo son quieren volver a ser niños.
Tienen miedo, como tú, y como yo. Pero ellos están satisfechos con lo poco que le ha dado hasta ahora la vida, no quieren más, están cómodos con su situación. Yo también estoy cómoda tal y como estoy, pero que esté cómoda no significa que esté satisfecha, aspiro a más, y voy a por lo que aspiro, a por lo que quiero. Quien quiera quedarse atrás y no acompañarme en este vuelo, que lo diga ahora, o calle para siempre. Pues, no necesito complicaciones, quiero aclaraciones. Y madurez. Quiero mi vida, y no tener que preocuparme por la vida de otros.

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Against the wind, Turn the page & Learning to fly.

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